Nací en Buenos Aires y soy la hija menor de la familia, en mi infancia fuí un poco rústica o salvaje, siempre en movimiento, me encontraban jugando soga, rayuela, elástico, patin o trepada en los árboles del barrio para comer moras. No me gustaba quedarme quieta y era muy dificil que duerma la siesta, de eso se quejaban mis padres.

Estudié nutrición en la UBA, y muchas veces cuestioné la desición, pero continué aprendiendo y perfilando mi camino. Siempre me resonó mucho el yoga y fuí vegetariana desde muy joven, aunque durante la carrera y con muy mala información en esos momentos, hice un impás y consumí carnes, pensando que era lo mejor para mí. Antes del año 2000 la alimentación basada en plantas era un pequeño apunte muy básico en la carrera y no había mucho más.

En el inicio de mi carrera trabajé mucho con el descenso de peso, acompañando, sin dietas estrictas, solo seguia mi sistema, un acompañamiento más holístico que pude ir perfeccionando cuando ayurveda llego a mi vida en 2013. Cuando esto sucedió me enfoqué en mí, y confieso que en los inicios no entendía nada, todo era tan diferente, pero comenzar a experimentarlo en mi propio Ser me abrió un entendimiento y un auto conocimiento que agradezco profundamente desde el corazón. Eso quisiera, que todos los seres puedan adentrarse en su interioir y descubrir los bellos seres que somos, así, tal cuál como somos. Por eso me produce gran alegría transmitir estos conocimientos, que por supuesto, ni siquiera son míos, son de toda la humanidad y yo sólo estoy aquí y ahora como una intermediaria para poder transmitirlos.

Seguiré aprendiendo eternamente, porque, como dije al comienzo, mi espíritu inquieto disfruta enormemente de aprender en esta vida.